A la hora de hacer cambios en nuestra alimentación surgen muchas confusiones y contrariedades que impiden que modifiquemos nuestros hábitos alimenticios y mas bien permanezcamos en el error, antes de hacer algo diferente.
Mitos como:
- Te vas a enfermar si dejas de comer proteína animal
- La carne es rica
- Comer saludable es aburrido
- En una dieta vegana comes sólo ensaladas
- Comer vegano es caro
Este tipo de mitos surgen debido a que se pasan de boca a boca, empezando la frase con la famosa palabra: “Dicen que”. Desde ahí empieza a surgir la confusión y la mal información.
Si nos diéramos un tiempo para investigar y descubrir los alimentos que mejor bienestar le aportan a nuestro organismo, dejaríamos de crear tantos mitos alrededor de la alimentación (especialmente la dieta vegana) y hablaríamos sólo desde la experiencia y el conocimiento verdadero.
Un fuerte mito que está marcado en la sociedad y por el cual las personas no se atreven a dar un paso hacia una alimentación más sana es: “La carne es rica”.
Si revisamos más a fondo esto, nos daremos cuenta de que un pedazo de carne sin ponerle un sabor que proviene de los vegetales como: ajo, cebolla, hierbas, tomate, pimiento, comino, orégano, mostaza, vinagre, sal, entre otros; no tendría sabor alguno sin agregarle condimentos.
Nadie se atrevería a comer carne simplemente cocida. No sería nada agradable. En realidad, la carne no es rica, son los saborizantes vegetales los que la hacen apetecible.
En una dieta vegana, todos estos saborizantes siguen presentes en la comida y no se tendría que envidiar nada a la carne. Pues a diferencia de la carne que no tiene sabor en sí, los alimentos de origen vegetal sí lo tienen.
Cada vegetal tiene un sabor característico y no es necesario agregarle nada para arreglar su sabor. Si se agrega algún saborizante de los mencionados anteriormente, se resaltará más el sabor que ya tiene.
Entonces creemos que la carne es rica, porque estamos viendo todo en conjunto. Es decir el filete listo y cocido.
Pero cuando nos demos cuenta de todo el proceso que se da en nuestro organismo como: las largas horas en procesar (hasta dos y tres días), las bacterias dañinas que se están instalando en nuestro estómago, las enfermedades asociadas a este alimento. Entonces ya no se nos hará rico. Lo pensaremos dos veces antes de ingerir con ganas un pedazo de carne.
Antes de tomar decisiones acerca de algo tan importante como lo es la alimentación, debemos ser curiosos e investigar de si se trata de algún mito o verdad.
Mantenerse informado es sin duda la llave hacia el conocimiento y la verdad.