Con el paso del tiempo, nuestra alimentación ha ido variando de forma constante, hasta tal punto que nunca nos sentimos seguros de qué debemos comer para permanecer saludables.
A veces simplemente seguimos las costumbres de nuestras familias o de nuestro lugar de residencia y, nunca dedicamos un tiempo a investigar sobre este tema.
Al principio yo tampoco sabía cómo alimentarme de forma correcta. Pero, al dar el primer paso hacia el veganismo, aprendí muchas cosas sobre nutrición.
Así que, me gustaría compartirte aquellas cosas que he aprendido en los últimos años y que podrían serte de ayuda a ti también.
Primer truco: Cada día integra todos estos grupos nutricionales a tu dieta. No puedes saltarte ninguno porque son esenciales para nuestro buen funcionamiento:
- Frutas y verduras: De este grupo estaremos tomando las vitaminas y minerales que necesita nuestro cuerpo. Una cantidad promedio sería de 4-5 porciones de fruta/verdura. Tomando en cuenta que un banano equivale a dos porciones y una manzana a 1 porción. En cuanto a las verduras, 1 taza de ellas equivale a una porción.
- Carbohidratos: Son una pieza fundamental en nuestra alimentación porque nuestro cuerpo transforma este tipo de alimentos en energía. Tú decides cuáles comer: papas, yuca, arroz, pan (mucho mejor si es integral), tallarines (también los hay integrales), camote, avena, etc.
- Proteínas: Este grupo no puede faltar a la hora de comer. La cantidad de proteína se calcula de acuerdo al peso que tiene cada persona. Se multiplica el peso en kilos por 1,8 (si haces ejercicio) o por 1 (si no haces ejercicio). Así, si tu peso es de 60 kg, entonces tu ración diaria de proteína si haces algún tipo de ejercicio será de 108 gramos.
- Grasas: Aquí tienes muchas opciones como: aguacate, aceite de oliva, de coco; semillas de girasol, de chía, de linaza; almendras, nueces, maní, etc.
Segundo truco: Come de acuerdo a la energía que gastas durante el día.
Casi siempre caemos en el error de hacer de la comida y sus porciones un hábito, sin recordar que aquellos alimentos que no quemamos serán almacenados por nuestro cuerpo como grasa.
Entonces, si sólo haces ejercicio tres veces por semana, ten presente que en los demás días deberás reducir la cantidad de alimentos que comes.
Por ejemplo, si acostumbras a comer de 5-6 porciones de fruta-verdura cuando hacer ejercicio, recuerda comer sólo 4-5 porciones en los días que no haces ejercicio.
Otro consejo es reducir o aumentar las porciones de acuerdo al tipo de ejercicio que realizas. Por ejemplo, si en lugar de hacer ejercicios para quemar grasa, haces tonificación, entonces no debes aumentar las porciones de carbohidratos o de frutas/verduras, sino que sólo deberás aumentar las porciones de proteína, ya que no estás gastando mucha energía.
Tercer truco: Nunca cocines con aceite
Cualquier tipo de aceite es saludable mientras se mantenga en su temperatura normal, pues al cocinarlo pierde todas sus propiedades y será perjudicial para tu salud.
Evita ponerlo en el arroz o para freír tus alimentos. En su lugar opta por asarlos.
Recuerda que estos aceites cocinados, enseguida se almacenarán de forma poco estética en tu cuerpo, si no realizas el ejercicio adecuado para quemarlos.
Cuarto truco: Evita mezclar café, té o chocolate con tus alimentos
Estos alimentos cuando son mezclados con nuestras comidas habituales hacen que nuestro porcentaje de aprovechamiento de las vitaminas y minerales se reduzca notablemente.
Así que, ¿de qué te sirve comer una ensalada muy nutritiva, si al mezclarla con uno de estos tres alimentos, perderás sus propiedades nutritivas?
En su lugar puedes tomarlos fuera de tus comidas principales ya sea una hora antes o después.
Espero que estos consejos te hayan servido. Recuerda ponerlos en práctica para comer de forma equilibrada y mantener un peso saludable.