Hablar de lácteos puede ser un tema controversial para muchas personas. Pues unos dirán que está bien consumirlos y otros -yo me incluyo- dirán que es totalmente malicioso para nuestro organismo. Solía tener la idea de que la leche de vaca y sus derivados como son los quesos y el yogurt, le aportaban a mi cuerpo, vitaminas y minerales que son esenciales para la vida, principalmente el calcio. ¿Cuál fue mi sorpresa, que al profundizar más en este tema, terminé creyendo totalmente lo contrario?
Es por eso que de acuerdo a lo que investigué y también a mi experiencia personal, encontré las razones para dejar de consumirlos. Estas son:
- No son necesarios: Esto puede sonar sin sentido, pero es la verdad, por la simple razón de que nuestro cuerpo sólo necesita la leche materna hasta los primeros meses de vida. De ahí en adelante, el organismo rechaza tanto la leche materna y obviamente la de otros animales. Por ello la mayor parte de la población somos intolerantes a la lactosa.
- Exceso de acidez: Los lácteos generan demasiada acidez en el cuerpo y éste para equilibrar el pH interno y eliminarla, tiene que sacar de los huesos componentes alcalinos como son los fosfatos. Esta es la razón por la cual a determinada edad, se presentan enfermedades comunes y que son consideradas normales: osteoporosis, artritis, arteroesclerosis, etc.
- Generan mucosidad: Los lácteos al contener un elevado grado de proteínas, acumulan mucosidad en el cuerpo. De ahí se derivan gran parte de los problemas respiratorios como rinitis, sinusitis, problemas de garganta, alergias, etc.
- Son adictivos: El componente principal de los lácteos es la caseína, una sustancia que genera adicción en quien los consume. La caseína una vez que se encuentra en nuestro estómago crea la casomorfina, responsable de generarnos un estado de bienestar y tranquilidad. Este componente está presente también en la leche materna porque lo vincula psicológicamente a la madre y permite que el bebé se alimente. Es por ello que cuando queremos cambiar de una dieta basada en productos animales a una basada en plantas, lo más difícil es dejar los lácteos.
- Proceden de un proceso animal lleno de crueldad: Alguna vez escuché que existe más crueldad en un vaso de leche que en un pedazo de carne. No sabía el porqué de esta afirmación. La razón es porque se requiere que las vacas queden embarazadas para producir leche. La vaca de la industria nunca tiene contacto con un toro, por lo que la forma de hacerlo es por medio de la inseminación. Estas vacas son violadas hasta cuando puedan producir leche y lo más negativo de esto, es que al ternero jamás le dejan tomar de esa leche, sino que inmediatamente es destinado para la industria de la carne.
De acuerdo a estas razones, lo que sucede cuando dejas los lácteos es que “prolongas tu vida”. Pues evitas enfermedades futuras y de esta manera puedes vivir más años y de manera saludable; y, por otro lado dejas de contribuir a un proceso lleno de crueldad y maltrato animal.